La estimulación temprana busca facilitar un desarrollo psicomotor armónico en los bebés durante sus primeros meses y años de vida, entregando estímulos, experiencias y oportunidades adecuadas a su edad y nivel de desarrollo, siempre respetando sus tiempos, su ritmo y su forma de ser.
Una parte esencial de este proceso es la educación y acompañamiento a las familias. A través del trabajo conjunto con el terapeuta, los padres y cuidadores aprenden cómo contribuir activamente y con confianza al desarrollo de su hijo/a.
En cada sesión, los papás van descubriendo —y muchas veces sorprendiéndose— con todo lo que su bebé es capaz de hacer, aprendiendo a estimular su crecimiento de manera amorosa, respetuosa y en sintonía con sus necesidades reales.
A veces, los papás sienten que “algo no está fluyendo del todo bien” en el desarrollo de su bebé, pero no siempre saben si es necesario buscar apoyo. Algunos signos que podrían indicar que tu hijo/a se beneficiaría de estimulación temprana son:
🔹 Tiene poco interés por moverse o explorar
🔹 No sostiene bien la cabeza pasado el tiempo esperado
🔹 No busca contacto visual o no responde fácilmente a estímulos
🔹 Parece muy rígido/a o, por el contrario, muy “blandito/a”
🔹 Llora mucho o se irrita fácilmente con ciertos movimientos o posturas
🔹 Tiene dificultades para girar, sentarse o gatear dentro del rango esperado
🔹 Presenta asimetrías en su postura o movimiento
🔹 Fue prematuro/a, tuvo bajo peso al nacer o estuvo hospitalizado/a en sus primeros días
🌀Y también cuando no hay ninguna dificultad evidente.
La estimulación temprana es una excelente herramienta para acompañar y potenciar el desarrollo, entregando a tu hijo/a experiencias enriquecedoras que lo inviten a moverse, explorar y aprender con confianza desde sus primeras etapas.
Si algo de esto te resuena o simplemente tienes dudas, puedes escribirme. Estaré feliz de escucharte y ayudarte a mirar juntos/as el desarrollo de tu hijo/a con calma e información.
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